DARÍO de REGOYOS

23.03.2014 18:52

DARÍO de REGOYOS 

Magnífica exposición que nos ofrece el Museo Thyssen de este artista asturiano nacido en el siglo XIX.

Tengo que reconocer, humildemente, que apenas conocía la obra de este artista y me ha parecido magnífica. Regoyos reúne en su pintura las características que más me atraen en los cuadros, a saber: los paisajes de exteriores, la originalidad cromática y el juego de la luz y la sombra. Técnicamente sus pinceladas son rápidas y podemos disfrutar de obras puntillistas e impresionistas. Al igual que Cèzanne coincidió y fue amigo de Pissarro, quien influyó en su pintura impresionista, al igual que otros representantes de la escuela belga y francesa, como Seurat o Signac.

Pese a su prematura muerte, Regoyos viaja por toda España pintando escenas y paisajes cotidianos, fiestas, playas y montañas. Granada, Burgos, Paisajes castellanos y sobre todo el País Vasco, Cantabria y Barcelona, donde recaló poco antes de morir. Las pinturas de playa son hermosas, magníficamente iluminadas. Una de las cosas que me ha llamado la atención es que utiliza malvas y morados en los cielos de casi todos sus cuadros (lo cual me encanta). Tormentas, lluvias y otros fenómenos atmosféricos son reflejados en sus pinturas 'in situ', pintados en exteriores a pie de tormenta.

El tratamiento de la luz queda plasmado magníficamente. Hay un cuadro (quizás el que más me ha gustado) de la luna llena en una playa de Almería sencillamente impresionante. Pero trata de igual manera atardeceres, amaneceres o  la luz incidiendo a distintas horas del día sobre un mismo lugar, como los cuadros que pinta en la plaza de Burgos por la mañana y por la tarde.

Poco conocía de este artista y la sensación de su pintura ha sido magnífica. La exposición nos trae más de cien obras que merecen la pena disfrutar con tranquilidad. A buen seguro repetiré la visita para disfrutar nuevamente de sus obras.

Otro dato de este artista es que en 1888 recorrió España junto al poeta Èmile Verhaeren pintando y descubriendo sensaciones. De ese viaje, años después, nació el libro 'España Negra', recopilando las impresiones del poeta e ilustraciones del pintor; muchas de ellas de una España cruda y cruel en sus celebraciones, como se demuestran en sus cuadros, Victimas de la fiesta (1894) o Viernes Santo en Castilla (1904).

 

 

Darío de Regoyos, 'Mercado en Durango' (1907)      

 

Darío de Regoyos, 'La Concha, Nocturno' (1906)